Hoy en día, vivimos en el mejor mundo para la mayoría de sus habitantes. Por tanto, no sólo queremos aprender con nuestros alumnos a comprender y apreciar este mundo, sino también capacitarlos para mantenerlo en todas sus facetas, cuestionarlo críticamente y seguir mejorándolo; mediante la diligencia, el esfuerzo, la disposición al rendimiento y la autosuperación.

La enseñanza del alemán en Chile contribuye a ello. En los colegios alemanes, permitimos que los niños crezcan entre dos culturas, dos mentalidades y dos lenguas. Una enseñanza buena, honesta y abierta, centrada en el niño, desafía a los alumnos a crecer más allá de sí mismos. Cada alumno en el marco de sus posibilidades, en la línea de sus inclinaciones y según su propio afán.