Este año fue mi tercera vez como juez en Jugend debattiert, la primera vez como juez en las finales sudamericanas, y antes de eso en las finales nacionales. Hasta el 2019, mis propios alumnos también debatieron en las competencias nacionales en Chile.
Tengo una relación especial con el debate. Porque también estaba fuertemente anclado en las lecciones de mi colegio en Alemania. A día de hoy, estoy convencido de que me beneficié personalmente de ello, y también en mi trabajo con mis alumnos, las fases de aprendizaje con métodos orientados al diálogo suelen ser las más exitosas para los alumnos fuertes y débiles, que aprenden de y con los demás.
Cuando surgió la idea en Chile de integrar Jugend debattiert en las clases de alemán en los Colegios Alemanes, la acogí con gran satisfacción. En mi actual colegio, el Colegio Alemán R.A. Philippi La Unión, nos hicimos cargo de la implementación regional y del perfeccionamiento entre 2015 y 2017 en colaboración con el Colegio Alemán Osorno y mi antiguo y estimado colega Roman Feltscher.
Después de la impresión de los debates en las rondas de calificación como jurado y en el debate final como jurado suplente, es una buena idea hacer un balance de los primeros 6 años de trabajo con el formato de debate en el sur de Chile.
Esto no debería ser tanto una calificación, sino más bien algunos pensamientos y recomendaciones sueltas, así como ideas que me han llegado para mi trabajo.
Me gustaría dar las gracias a todos los organizadores y, en especial, a los debatientes. Fue un gran placer y una mirada interesante más allá de los confines de mi colegio, lo que hace que este concurso sea muy significativo para los profesores de los Colegios Alemanes en el extranjero, entre otros.