Siguiendo con nuestra ruta de experimentos sobre el cosmos y el sistema solar, cuyos materiales e ideas están disponibles aquí, los niños han pulido hoy sus conocimientos sobre nuestro sistema solar y luego han intentado visualizarlo en una sencilla caja de cartón.
Hoy la atención se ha centrado mucho más en el alemán. 4 de los 5 materiales diferenciados según la dificultad, que también reactivaban conocimientos de la vía experimental, estaban a disposición de los niños en alemán. Los niños eran libres de escribir en español o alemán, así como de comunicarse en español o alemán en el aula. Esto creó una atmósfera de aprendizaje muy positiva. Como Camilo y yo hemos podido trabajar juntos hoy en la sala, ha funcionado bastante bien.
Como el proyecto se lleva a cabo en un curso con hablantes de alemán muy fuertes y también débiles, hemos limitado y simplificado deliberadamente el contenido en este paso. Para ello se disponía de excelente material procedente de diversos planetarios de Alemania.
Los alumnos pudieron seleccionar material del fondo común en función de su dificultad; durante sus consultas, los profesores pueden recomendarles más fichas si el material se ha preparado con antelación. El trabajo se realizó individualmente, y al final se produjo el segundo episodio para nuestro podcast. Cada alumno verbalizó las nuevas ideas e impresiones que había adquirido y las grabó en audio. En los próximos días los subiremos a Spotify en el podcast que encontrarás más abajo.
A continuación, se pasó directamente al trabajo en equipo. Cabe nuestro sistema solar en una caja de cartón? ¿Cuál es la mejor manera de colorear los planetas? ¿Deben representarse en tres o en dos dimensiones? ¿Cuáles son las ventajas y los inconvenientes de este modelo? ¿Qué planetas caben en qué tamaños de bolas de poliestireno? ¿Cómo es que el modelo resulta aún más estético que el de los demás? ¡Un poco de creatividad no hace daño!
En el transcurso de la modelización de esta primera maqueta, que debería conducirnos a la creación de una maqueta a escala de nuestro sistema solar, muchos alumnos ya se han dado cuenta de las imitaciones de nuestra maqueta en el recuadro. Pero eso no impidió que los niños participaran con entusiasmo. Los modelos resultantes quedaron muy bien.
Como en todos los experimentos que presento, es importante dar siempre a los niños los materiales, pero dejar siempre que ellos mismos decidan y organicen la puesta en práctica. Intervenir sobre todo para ayudar, pero no para guiar.
¿Y ahora qué? En la siguiente fase, los alumnos deben evaluar y comparar sus modelos de forma crítica, reconociendo las limitaciones que supone adaptarlos a escala y desarrollar de forma independiente un modelo a escala de nuestro sistema solar. Más adelante hablaremos de ello en otro post.
Aquí unas breves impresiones en vídeo.
Hoy, un día después, hemos seguido construyendo durante otros 45 minutos. Ahora está claro que los alumnos eligen distintos enfoques para las soluciones y que hemos creado una buena base para reflexionar sobre el sentido y las dificultades de los modelos a escala a partir de los modelos resultantes.
A propósito: aquí puedes descubrir cómo utilizamos después la IA y Curipod para diseñar y evaluar digitalmente modelos de un eclipse solar.